La hidroeléctrica de Urrá ha ocasionado el mayor daño ambiental y social en la historia de Colombia y no ha habido poder humano capaz de evitarlo. Y lo grave es que las pocas utilidades que produce no se quedan en el departamento porque el Gobierno nacional es su dueño con el 99.38% de capital lo que hace que las ganancias se vayan para otros departamentos. Eso de que Urrá era un “proyecto multipropósito” fue un engaño que nos metieron por cuanto se demostró que su único propósito es generar y vender energía, y el costo del servicio que pagamos en Córdoba es más costoso que el de otros departamentos.
Ahora el Gobierno nacional proyecta vender Urrá y está construyendo, a través de Gecelca, dos gigantescas termoeléctricas en Puerto Libertador. Esto significa que Córdoba se constituye en un nodo estratégico de generación y conexión eléctrica desde donde se exportará energía para Centroamérica, con excelentes dividendos financieros para la Nación.
Por esto se requiere que Córdoba despierte de su letargo de falsa y equivocada grandeza y exija que se generen utilidades para el departamento, lo cual es posible –como lo propone el Consultor y experto en asuntos energéticos, Rafael Melo Páez- mediante la creación de una empresa energética en el departamento que maneje a Urrá y las Termoeléctricas de Puerto Libertador para que las utilidades se reinviertan en el interés común. Una iniciativa no solo razonable sino posible.