viernes, 30 de marzo de 2012

La Inteligencia de Salud Hernández

Ramiro Guzmán Arteaga
En una afirmación que demuestra que en Colombia existe una cultura que pretende hacer creer que hay gente más inteligente que otras, la columnista Salud Hernández Mora afirmó (El Tiempo 10 marzo de 2012) que los cordobeses y sucreños “carecemos de materia gris”, es decir, somos brutos.
Pensar que en una región del país puede haber gente con  mayor o menor inteligencia que en otra no es más que alimentar la insaciable voracidad de quienes consideran que la inteligencia es exclusiva de algunos seres humanos. Desconozco el instrumento empleado por Salud Hernández para medir la inteligencia de un pueblo, pero lo dicho por ella me hace evocar la época en que Hitler inició su cacería contra los judíos argumentando su discurso con aspectos que coinciden con la "falta de materia gris".
En Córdoba y Sucre, al igual que en Bogotá, hay personas que han aportado a la grandeza de Colombia en el campo científico, cultural y deportivo. De modo que se me ponen los pelos de punta y me lleno de escalofrío al pensar que si juicios como los de Salud hicieran parte de la forma de pensar de quienes aspiran gobernar este país, se terminaría por proponer un modelo de patria exclusiva para “gente supremamente inteligente”. Y me aterra pensar  que para Salud Hernández  tal vez sea una lástima el fracaso del proyecto paramilitar de “refundar la patria” y con ello la posibilidad de llevar a cabo esa  extraordinaria dimensión de locura.  

viernes, 16 de marzo de 2012

Una afirmación peligrosa

Ramiro Guzmán Arteaga
Llama la atención que durante una conferencia presentada en la Universidad del Sinú el asesor de la Asociación de Productores para el Desarrollo Comunitario de la Ciénaga Grande del Bajo Sinú, Asprocig, Juan José López, haya señalado que no existen estudios sistémicos que demuestren el impacto del calentamiento global en  Córdoba.
No cabe la menor duda de que el calentamiento global como proceso natural y antrópico está causando efectos devastadores en Córdoba y en todos los rincones del planeta, Urrá contribuye al calentamiento global y el calentamiento global impacta sobre éste. Es un proceso correlacional. El aumento de la temperatura, la pérdida de la biodiversidad, la salinización del Sinú, el aumento del nivel del mar y las crecientes súbitas del río, son impactos  asociados a una responsabilidad compartida.
Tratar de excluir a alguno de estas dos variables de la degradación del planeta no es solo metafísico, anti dialéctico, sino que le quita responsabilidad a la hidroeléctrica de Urrá y a las hidroeléctricas del mundo, las cuales producen anualmente 110 millones de toneladas de CH4 (gas metano) que junto con el CO2   (dióxido de carbono) son los gases mas peligros del efecto invernadero y por tanto del calentamiento global. Además se desconocería la investigación científica que durante años ha realizado el filósofo y ambientalista Paul Sánchez Puche y de la cual se ha dado testimonio en distintos medios.


viernes, 9 de marzo de 2012

El drama de los periodistas de Córdoba

Ramiro Guzmán Arteaga
Hay muertes que causan dolor y otras que dan rabia y nos hacen sentir impotentes. En Córdoba los periodistas se están muriendo y en otros casos siendo asesinados o amenazados en medio de la indiferencia de una sociedad atomizada y anestesiada  por el poder privado y oficial, que hoy  se apoderó de los medios de comunicación con graves consecuencias para la sociedad.
En Córdoba han muerto los periodistas Hugo Miranda Tejada, Orlando Benítez Núñez, Joaquín Cantillo,  Luís Guzmán Dumet, Jairo Polo Herrera, y hace dos semanas el colega Roger Olascoaga Maduro. Otros han sido asesinados por cumplir con su deber social o solo para escarmentar al gremio y demostrar ante  la sociedad un poder salvaje y siniestro. Son los casos de William Bendeck Olivella, Oswaldo Regino Pérez, Gustavo Rojas Gabalo y Clodomiro Castilla, cuyos crímenes han quedado  impunes.
Los periodistas en Córdoba se están muriendo o siendo asesinados, sin contar con un salario digno, sin prestaciones sociales, sin derecho a la cualificación profesional, a la salud ni a una vivienda digna. Frente a esto algunos han optado por sobrevivir de las migajas y otros –no todos- se doblegan ante el chantaje o se exponen al desprecio del poder privado y oficial, lo cual no se justifica. Y lo peor, mediante la amenaza subliminal y el escarmiento se ha diezmado y desarticulado al gremio que hoy está sin poder defender éste, que es, “el oficio más hermoso del mundo”.

viernes, 2 de marzo de 2012

Riqueza feudal

Ramiro Guzmán Arteaga
La riqueza debe cumplir ante todo una función social. No es que se esté en contra de los ricos, pues ya lo dijo Pambelé: “en todo caso es mejor ser rico que pobre”.  Pero la riqueza es buena siempre que contribuya al bienestar de la gente. Esto lo digo porque los gobernadores de la Costa quieren rescatar la identidad de la región Caribe y dar una “lucha frontal contra la pobreza”.
Para disminuir la pobreza en Córdoba lo primero que hay que hacer es que los gobernantes y ricos dejen de darle el manejo feudal  a nuestra economía y pasen a un manejo de capitalismo social y ambiental.  Pero parece que aquí resulta más rentable  lo impositivo. Lo feudal. La ganadería, que se ha impuesto como el imaginario colectivo de nuestra riqueza, por encima de la biodiversidad,  paradójicamente no genera empleo y acaba la biodiversidad. Además fue en su momento el germen del paramilitarismo.
Hoy según el Gobierno el paramilitarismo se acabó. Hay políticos, gobernadores y alcaldes presos. ¿Pero de que nos ha servido eso? Córdoba sigue siendo inseguro y con uno de los más altos índices de pobreza en Colombia. El Valle del Sinú es el segundo más fértil del mundo, pero eso no sirve sino se le da un manejo social y ambiental a la riqueza. No conozco en Córdoba un gobernante que  esté dispuesto a  propender por este manejo sin afectar sus intereses, porque una cosa es ser gobernante en función del capital privado, y otra del capital social.