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La titulación debe ser atractiva y llena de imaginación pero no vulgar. |
Esta columna es una respuesta a
lo que el señor William Salleg Taboada acostumbra hacer desde El Meridiano de Córdoba: escudarse en la
sombra que ofrece un editorial para enviar mensajes impersonales a quienes, en
ocasiones, criticamos su periódico. El caso es que el Meridiano de Córdoba tituló: “¡ESTAMOS EN BRASIL NOJOOODAAA!” Y el
director, al no resistir la crítica, me alude y descalifica desde el burladero
de un editorial, sin comprender que un titular es un producto expuesto al
juicio de la opinión pública. Reitero que fue un titular vulgar y
desafortunado, porque no educa y es populachero, muy distinto a lo popular. Lo
digo reconociendo que también me he
equivocado, pues los humanos nos construimos sobre los errores y no sobre
milagros.
El señor Salleg pretende
enfrentarme a los colegas que laboran en su periódico, y que han obtenido
merecidísimos premios de periodismo gracias a sus dignos esfuerzos. Me censura
como periodista con una ironía mal construida, solapada y desatinada, haciendo
creer que algunos seres humanos son más inteligentes que otros. ‘Vulgar, sin un
asomo de inteligencia’ y brutal me parece su titular, ese que impositivamente
obligó a publicar, lo cual me lleva a confirmar que se equivocó al proclamarse
director de un periódico. Debe preocuparse por seguir siendo un empresario,
pero de los buenos, pues es fácil inferir que es de los que creen que este es
un mundo donde lo único que da valor y prestigio es la competencia, la vanidad,
y no la modestia y solidaridad. Es por
eso, y por titulares como el publicado, por el que la ignorancia crece y las
desigualdades se agravan en Córdoba, sin dar oportunidad a la razón. Pero él es
así y ni siquiera este departamento tiene la culpa de que así sea.