En un artículo anterior dábamos cuenta de cómo de llegarse a construir la hidroeléctrica Urra II o Rio Sinú, ¡Dios nos guarde!, desaparecerían del Parque Natural Nudo de Paramillo, y por tanto del planeta, el ultimo relicto de Zamia, planta vegetal única en el mundo de la cual se alimentaban los dinosaurios hace 230 millones de años. Sin embargo, un grupo de científicos expertos en biología de la conservación, quienes realizaron la Primera Expedición Científica al Parque Nacional Natural Paramillo, nos confirma que el inventario, de lo que serían los impactos negativos, es mucho mayor.
En su arremetida la hidroeléctrica extinguiría además cinco especies de peces y tres de aves únicas en el planeta, 38 plantas de uso medicinal, de las 250 especies que existen en la zona; Además, otras 45 especies de peces, 36 de reptiles y 227 de aves. También 140 especies vegetales útiles para la humanidad. Y se extinguirían la Danta, el Oso de Anteojos y el Jaguar.
Esto es apenas una muestra del impacto negativo de la represa de Urra II o Río Sinú. Y pensar que en Italia se paró un proyecto hidroeléctrico porque encontraron una especie de rana única en el mundo. En Córdoba los tecnócratas de Urra llegan a encontrar un dinosaurio en el Paramillo y lo matan con tal de construir la represa. Por esto el Consejo de Estado no debería avalar el proyecto, y los cordobeses tampoco permitir su construcción, por el bien de la humanidad.