lunes, 28 de noviembre de 2011

El cataclismo de Urrá sobre el Paramillo

Ramiro Guzmán Arteaga

El Director Científico del Jardín Botánico de Medellín, el cordobés Álvaro Cogollo Pacheco, quien es considerado uno de los más importantes botánicos naturalistas de Suramérica por su vasta actividad investigativa y exploración botánica en diferentes regiones del país, ha reiterado en sus conferencias por el mundo que de llegarse a construir la hidroeléctrica Urra II o Rio Sinú,  desaparecerían del Parque Natural Nudo de Paramillo, y por tanto del planeta, el último relicto de  Zamia, planta vegetal  única en el mundo de la cual se alimentaban los dinosaurios hace 230 millones de años.

Cogolla Pacheco, explicó a Al día que la Zamia es el nombre genérico de la familia Zamiacea, la cual tiene como importancia que es uno de los grupos de plantas, que aún sobreviven, más antigua sobre la tierra, pues son  del el periodo Pérmico,  época de mayores extremos climáticos de la historia conocida de la Tierra.

Un inventario preocupante

 En concordancia con lo dicho por Cogollo Pacheco, un grupo de científicos expertos en biología de la conservación, quienes realizaron la Primera Expedición Científica al Parque Nacional Natural Paramillo, en el 2009,   confirmó hace poco en Montería que el inventario, de lo que serían los impactos negativos, es mucho mayor, porque la hidroeléctrica extinguiría además cinco especies de peces y tres de aves únicas en el planeta, 38 plantas de uso medicinal, de las 250 especies que existen en la zona; Además, otras 45 especies de peces, 36 de reptiles y 227 de aves. También 140 especies vegetales útiles para la humanidad. Y se extinguirían  la Danta, el Oso de Anteojos y el Jaguar.

según lo explica la Unidad de Parque Natural Nudo de Paramillo esto es apenas una muestra del impacto negativo de la hidroeléctrica de Urra II o Río Sinú si se tiene en cuenta que en el área de influencia se encuentran 599 especies de vertebrados, de los cuales 61, es decir el 10%, se encuentran bajo la categoría de amenazas.

Además algunas especies forestales como Abarco, Canelo, Masabalo, Nazareno, entre otros, que se encuentran en el Paramillo están en peligro crítico de extinció, y se estima que un 35% de las plantas forestales que estan en el “área protegida” del Parque Natural presentan también algún grado de amenaza de desaparecer por completo si se construye la hidroeléctrica Urra II.

Problemática social

La hidroeléctrica de Urrá II o Rio Sinú estaría localizado 100% al interior del Parque Natural Nudo de Paramillo, en el departamento de Córdoba (Colombia). Sobre la cota 252 inundaría 58.200 hectáreas, interviniéndose además las subcuencas de los ríos Esmeralda, Sinú, Manso y Tigre.

Se advierte además que en esa área se vería afectado el 25% del actual resguardo de los indígenas Emberá Katíos, es decir. 28 mil hectáreas, donde habitan 418 familiar, que corresponden a 2.900 indígenas. En zona de influencia del río Esmeralda se afectarían seis comunidades; en el Sinú, 9 comunidades y una comunidad en Rio manso

El mundo y las hidroeléctricas

Para el filósofo, ambientalista y profesor universitario Paúl Sánchez Puche en el mundo hay quienes ven en los recursos hídricos la mayor fuente de energía eléctrica por ser, según argumentan, de las más limpias y las más recomendadas y porque además pueden controlar los desastres invernales.

Sin embargo, Sánchez Puche advierte que “es evidente que las hidroeléctricas no se construyen para controlar las inundaciones sino para producir energía y se ha demostrado que generan impactos negativos sobre las comunidades, el ambiente y el planeta, pues destruyen bosques y selvas vírgenes, acaban con la biodiversidad y el endemismo de flora y fauna, rompen procesos ecológicos-dinámicos que son fundamentales para la sobrevivencia de otras especies”.

La Coordinadora de Campañas de la Internacional Rivers Network y de la Red Latinoamericana de Represas Monti Aguirre confirma que estos megaproyectos contribuyen poderosamente al efecto invernadero, pues está demostrado científicamente  que estas obras, en el mundo, anualmente “Producen 110 millones de toneladas de gas metano”  (CH4) que es 25 veces más potente y dañino que el dióxido de Carbón, CO2, siendo el metano uno de los gases más peligrosos del efecto invernadero. En Europa hace 20 años no se construyen represas mientras en otros países empiezan a ser desmanteladas, siendo tan grave la situación que  la Comisión Mundial de Represas (CMR) recomienda incluir en el costo total de estas obras el valor del desmonte.

Un Monumento

Ramiro Guzmán Arteaga

Finalmente no hubo poder humano capaz de impedir que a la entrada de Montería se colocara un “Monumento a la Ganadería”. Ignoro los méritos y razones que vio y  tuvo en cuenta el alcalde para adjudicarle esta obra, de $97 millones, al escultor Andrés Castillo, con lo que además el gobierno le reconoce un pedacito de gloria.
Sin embargo, en mi modesto concepto, pienso que un monumento es una obra arquitectónica de justificado valor artístico, histórico o social; debe cumplir con una función estética, cultural, y generar sentido de pertenencia, pero ésta no dice nada desde el punto de vista de la belleza ni mucho menos de la semántica. No representa nuestras riquezas, ni hace parte del lenguaje humano de la ciudad, como sí lo representan: “María Varilla”, “El Sombrero Vueltiao”, “La Biodiversidad”, “Happy Lora”.
Esta es una obra sin sentido, fea, hecha en el vacío, dispersa, e inmerecida porque la ganadería nada ha aportado a nuestro desarrollo social, humano e histórico. Y, peor, lejos de exorcizar el estigma del paramilitarismo  lo que hace es acercarnos a esos días aciagos de nuestra historia.
Y hay algo más desalentador: está a la entrada de la ciudad (Cantaclaro) donde, paradójicamente,  viven en condiciones infrahumanas miles de familias que en su mayoría fueron despojados de sus tierras para meter ganado. Solo toca esperar que a algún alcalde se le ocurra quitar ese monumento a la vulgaridad. Es nuestra esperanza.


lunes, 21 de noviembre de 2011

Juventud , protestas y razones

Ramiro Guzmán Arteaga
“Juventud divino tesoro… “(Rubén Darío).
Las marchas que se registraron en el país en contra de la reforma de la Ley 30 por parte de los jóvenes estudiantes es un ejemplo de que en Colombia se puede y se debe salir a protestar pacíficamente por la defensa de derechos fundamentales y amparados constitucionalmente.
Es de mucho sentido y nos emociona que sean precisamente los jóvenes, espontáneamente, sin ser borregos de extremistas, quienes lideraron este movimiento, como lo hicieron con la séptima papeleta (1990) que le dio vida a la nueva Constitución. Importante que la juventud exija cambios, siempre que estas manifestaciones tengan su origen y respaldo en la misma base ciudadana. La protesta fue por preservar la educación pública y de alta calidad. No quieren que la educación llegue a parar a manos privadas como ha sucedido con la salud, y esa es una buena razón.
Pero en el fondo el problema no es solo la educación. Esta es una muestra de que Colombia enfrenta una dura realidad económica, social, política, cultural y ambiental. Las voces reclaman una sociedad más justa y verdaderamente democrática. Salud, educación, respeto por los recursos naturales y todo cuanto pertenece a las presentes y futuras generaciones. El mundo exige un nuevo norte. Y la educación, no asumida como una simple tecnología, sino como la construcción de nuevo pensamiento, es la única oportunidad que nos queda sobre la tierra.

lunes, 14 de noviembre de 2011

La incertidumbre de las Farc

Ramiro Guzmán Arteaga
La pregunta que queda en el ambiente luego de haber sido dado de baja el guerrillero Alfonso Cano es ¿qué va a suceder con las Farc? Las voces dependen de la lupa con la que se le mire. Los más optimistas, que por lo general son los más ortodoxos, piensan que es el fin de ese grupo alzado en armas y que será derrotado militarmente; otros, desde la otra orilla y no menos optimistas, consideran que por fin entrarán en razón y buscarán una salida política al conflicto armado; y, quienes viven de coyunturas, creen que se fragmentarán.
Si algo ha quedado demostrado desde antes que muchos de sus miembros y cuadros fueran dados de baja es que las Farc no se tomará el poder por la vía armada, precisamente porque no cuentan con un respaldo popular, y si en algo la dialéctica de la historia no se equivoca  es que movimiento que no cuente con el clamor del pueblo está condenado al fracaso.
 No puede tener respaldo una guerrilla que perdió credibilidad en cualquier tipo de negociación dirigida a poner fin al conflicto armado, que en El Caguan (1998-2002) desperdició la oportunidad de pasar a la historia como el grupo beligerante que inició y terminó la guerra en  Colombia. Hoy no tiene respaldo un grupo que se financia del narcotráfico, que secuestra y mata. Pero tampoco creo que, en el futuro inmediato, sean derrotadas militarmente, porque hay sectores que no les interesa la paz. Por lo pronto continúa la incertidumbre.