El Director Científico del Jardín Botánico de Medellín, el cordobés Álvaro Cogollo Pacheco, quien es considerado uno de los más importantes botánicos naturalistas de Suramérica por su vasta actividad investigativa y exploración botánica en diferentes regiones del país, ha reiterado en sus conferencias por el mundo que de llegarse a construir la hidroeléctrica Urra II o Rio Sinú, desaparecerían del Parque Natural Nudo de Paramillo, y por tanto del planeta, el último relicto de Zamia, planta vegetal única en el mundo de la cual se alimentaban los dinosaurios hace 230 millones de años.
Cogolla Pacheco, explicó a Al día que la Zamia es el nombre genérico de la familia Zamiacea, la cual tiene como importancia que es uno de los grupos de plantas, que aún sobreviven, más antigua sobre la tierra, pues son del el periodo Pérmico, época de mayores extremos climáticos de la historia conocida de la Tierra.
Un inventario preocupante
En concordancia con lo dicho por Cogollo Pacheco, un grupo de científicos expertos en biología de la conservación, quienes realizaron la Primera Expedición Científica al Parque Nacional Natural Paramillo, en el 2009, confirmó hace poco en Montería que el inventario, de lo que serían los impactos negativos, es mucho mayor, porque la hidroeléctrica extinguiría además cinco especies de peces y tres de aves únicas en el planeta, 38 plantas de uso medicinal, de las 250 especies que existen en la zona; Además, otras 45 especies de peces, 36 de reptiles y 227 de aves. También 140 especies vegetales útiles para la humanidad. Y se extinguirían la Danta, el Oso de Anteojos y el Jaguar.
según lo explica la Unidad de Parque Natural Nudo de Paramillo esto es apenas una muestra del impacto negativo de la hidroeléctrica de Urra II o Río Sinú si se tiene en cuenta que en el área de influencia se encuentran 599 especies de vertebrados, de los cuales 61, es decir el 10%, se encuentran bajo la categoría de amenazas.
Además algunas especies forestales como Abarco, Canelo, Masabalo, Nazareno, entre otros, que se encuentran en el Paramillo están en peligro crítico de extinció, y se estima que un 35% de las plantas forestales que estan en el “área protegida” del Parque Natural presentan también algún grado de amenaza de desaparecer por completo si se construye la hidroeléctrica Urra II.
La hidroeléctrica de Urrá II o Rio Sinú estaría localizado 100% al interior del Parque Natural Nudo de Paramillo, en el departamento de Córdoba (Colombia). Sobre la cota 252 inundaría 58.200 hectáreas, interviniéndose además las subcuencas de los ríos Esmeralda, Sinú, Manso y Tigre.
Se advierte además que en esa área se vería afectado el 25% del actual resguardo de los indígenas Emberá Katíos, es decir. 28 mil hectáreas, donde habitan 418 familiar, que corresponden a 2.900 indígenas. En zona de influencia del río Esmeralda se afectarían seis comunidades; en el Sinú, 9 comunidades y una comunidad en Rio manso
El mundo y las hidroeléctricas
Para el filósofo, ambientalista y profesor universitario Paúl Sánchez Puche en el mundo hay quienes ven en los recursos hídricos la mayor fuente de energía eléctrica por ser, según argumentan, de las más limpias y las más recomendadas y porque además pueden controlar los desastres invernales.
Sin embargo, Sánchez Puche advierte que “es evidente que las hidroeléctricas no se construyen para controlar las inundaciones sino para producir energía y se ha demostrado que generan impactos negativos sobre las comunidades, el ambiente y el planeta, pues destruyen bosques y selvas vírgenes, acaban con la biodiversidad y el endemismo de flora y fauna, rompen procesos ecológicos-dinámicos que son fundamentales para la sobrevivencia de otras especies”.
La Coordinadora de Campañas de la Internacional Rivers Network y de la Red Latinoamericana de Represas Monti Aguirre confirma que estos megaproyectos contribuyen poderosamente al efecto invernadero, pues está demostrado científicamente que estas obras, en el mundo, anualmente “Producen 110 millones de toneladas de gas metano” (CH4) que es 25 veces más potente y dañino que el dióxido de Carbón, CO2, siendo el metano uno de los gases más peligrosos del efecto invernadero. En Europa hace 20 años no se construyen represas mientras en otros países empiezan a ser desmanteladas, siendo tan grave la situación que la Comisión Mundial de Represas (CMR) recomienda incluir en el costo total de estas obras el valor del desmonte.