Ramiro Guzmán Arteaga
Gracias a la invaluable gestión del escritor Monteriano José Luís Garcés González, quien no ahorra esfuerzo por sostener con vida el arte de la prosa como imaginación, se inicia el jueves en Montería el XIX Festival de Literatura de Córdoba. Es como un continuar de la función después del festival de cine que con éxito y en forma admirable culminó en esta ciudad privada, como lo decíamos hace un par de semanas, de buenos espectáculos culturales y permeada por la cultura discriminatoria y consumista.
Un aspecto que llama la atención al momento de darle la bienvenida a esta versión del festival es el reconocimiento a la obra del fallecido escritor David Sánchez Juliao, pues en el repertorio de la programación se destaca la teatralización de dos de sus insignes obras: “El Pachanga”, a cargo de David Pérez Daw; y “Fosforito”, por Jairo Arciniega. También llama la atención el interés que muestra el evento por la participación de novelistas, poetas, conferencistas, grupos musicales, grupos de teatro y conversatorios.
El festival , organizado por el grupo literario y cultural El Túnel, se constituye entonces en nuestra mejor representación literaria y cultural ante el país, y un gran paso para la universalización de la golpeada y maltratada literatura cordobesa y caribeña, lo que es de por sí un gran triunfo anticipado del evento. A riesgo de volverme sosamente didáctico diría que en Córdoba casi nunca se habla de literatura, por eso ahora tenemos una buena oportunidad y un motivo poderoso para saber que gracias a escritores como José Luís Garcés González nuestra literatura continúa viva, y es real.