viernes, 14 de junio de 2013

Algo huele mal en la S.C.A.


Ramiro Guzmán Arteaga
El acto de elección de la nueva junta directiva de la Sociedad Colombiana de Arquitectos Córdoba (S.C.A), 2013-2015, fue impugnada por el arquitecto y profesor Rafael Hilario Navarro Espitia, quien solicitó ante la Junta Directiva Nacional que se declare la nulidad de la misma y se convoque a nuevas elecciones, bajo la estricta vigilancia de organismos de control del gremio a nivel nacional.
Y no es para menos por cuanto en la elección del 19 de marzo tan solo cinco miembros manejaron 43 ‘poderes para votar por encargo’, sin el lleno de los requisitos legales. Y, aun así, de ser estatutariamente legal ese procedimiento, estaríamos ante el hecho de que no siempre lo legal es ético ni moral, pues no creo que haya un gremio en el mundo que permita que uno de sus socios vote hasta en 16 ocasiones en representación de 16 socios ausentes y, peor aún, que particulares voten sin ser socios, como fue el caso de la S.C.A. Córdoba.
De modo que es necesario y urgente un pronunciamiento de la junta directiva nacional de la Sociedad Colombiana de Arquitectos ante esta grave situación toda vez que no estaríamos solo ante una posible violación de estatutos sino que sus réplicas van mucho más lejos por cuanto el gremio de arquitectos, como muchos otros, se constituyen en una especie de foros y espacios consultados por el gobierno para la adjudicación y contratación de obras. La impugnación del acto de elección la hizo el arquitecto Rafael Navarro Espitia desde el 8 de abril y aun la presidencia nacional de la S.C. A. no se ha pronunciado, lo que evidencia que algo huele mal en ese importante y prestigioso gremio.

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