La
marcha por la paz dejó claro que ‘Colombia es un país con un magma social en
ebullición’ y que, independiente de los partidos políticos, de las ideologías y
análisis sesudos, la base ciudadana, el pueblo, exige y requiere un cambio de
sistema.
Las
ideologías y los partidos están en crisis al igual que los modelos sociales clásicos
impuestos. Pero ¿dónde está el modelo que se requiere? ¿Capitalismo? ¿Neoliberalismo?
¿Socialismo? ¿Socialismo del siglo XXI? Son modelos sobre los que la sociedad
no se pone de acuerdo. Sin embargo, las marchas que se han dado en el país
demuestran que son el mejor instrumento para generar cambios sociales y
mentales; y esa es, al fin de cuentas, la verdadera democracia participativa en
un país social de derechos. Lo demostró también la marcha de estudiantes de universidades públicas
y privada, que revocó la intensión del gobierno de imponer una reforma
educativa inconsulta y nefasta.
La base
ciudadana del país exige urgentes cambios sin color político; el país, el pueblo, requiere de una mejor distribución de la
tierra; el país, el pueblo, requiere que se protejan nuestra biodiversidad; el país, el pueblo, requiere que los pobres tengan
mayor acceso a la educación; el país, el pueblo, exige mayor y mejor atención
en salud; el país, el pueblo, exige que en nuestras selvas no se maten soldados
y guerrilleros.
Por
eso se necesitan marchas pacíficas sin intereses de partidos, sin líderes
impositivos ni patriarcales, ni de un solo líder, porque, entre otras, a los
líderes solitarios los matan, como mataron el martes en Valencia a Ever Cordero
Oviedo. Se requieren acciones colectivas en calles y plazas. Que la gente exija
sus derechos, y la paz es uno de ellos.
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