viernes, 14 de junio de 2013

La promesa del alcalde Correa

Ramiro Guzmán Arteaga

En plena campaña electoral el alcalde de Montería Carlos Eduardo Correa firmó, el 29 de septiembre de 2011, un acta de compromiso con los vendedores estacionarios  en la que confirmó que no los desalojaría del espacio público hasta que su administración construya, “entre las calles 35 y 37 con carrera primera y segunda”, un centro comercial.  En esa misma acta la Asociación de Vendedores Estacionarios de Montería, Asoven, se compromete en forma unánime a depositar el voto a su favor.

Preocupados por el silencio del alcalde los miembros de Asoven elevaron un Derecho de Petición solicitándole información sobre el avance del proyecto, para el cumplimiento de la promesa. El alcalde les ha respondido que se encuentra “realizando las gestiones administrativas en aras de determinar el sitio donde podrán ser reubicados todos los vendedores informales ubicados en el centro de la ciudad”, y precisa que, dentro de este propósito, “ya se inició el proceso de contratación para la elaboración de un estudio diagnóstico para definir el sitio.”

Lo que se deduce de todo esto es que en la campaña del alcalde hubo improvisación, falta de planeación,  porque este no es un problema que surgió ahora en su administración sino que viene de mucho antes y por tanto se pudo visionar; es posible que el proyecto lo tenía consignado en su programa de gobierno, pero aun así debió socializarlo y demostrar, con soportes técnicos y estudios serios, su viabilidad para no salir, como ahora, a anunciar la realización de “estudios diagnósticos”, por cuanto aun no tiene un sitio exacto para el Centro Comercial. Lo que queda evidenciado es que esta no ha pasado de ser una promesa de marca mayor, hecha a las volandas, y producto de la calentura de su campaña.

 

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