viernes, 14 de junio de 2013

La prensa frente al fenómeno Chávez

Ramiro Guzmán Arteaga

 La muerte de Chávez y posterior reacción del mundo y del pueblo venezolano dejaron al descubierto que ‘la gran prensa’ en Colombia le mintió a la opinión pública durante estos 14 años al mostrarle e inyectarle, al mejor estilo del funcionalismo clásico, unas noticias que tenían como apoyo o soporte imágenes y expresiones editadas y maquilladas de tal forma que dejaran ver una imagen desfigurada, morbosa, ridícula, populachera y dictatorial del presidente venezolano.
Sin embargo, ahora después de su muerte la realidad ha demostrado que la ‘gran prensa’ en Colombia iban por un lado y la realidad por otro. Es más, nos pudimos dar cuenta que durante el mismo desarrollo de las noticias en caliente los noticieros de televisión, se veían obligados a forzar el libreto para no quedar mal frente a los televidentes por cuanto que la realidad de los hechos era muy distinta a la que pretendían mostrar a través de  sus ‘parapetos editados’.
Lo que esperamos no es que los periodistas de ‘la gran prensa’ informen solo lo positivo de Chávez, ni más bastara, sino que asumieran al menos una posición honesta para con la opinión pública. Sabemos que la verdad absoluta no existe, que los periodistas nos podemos equivocar, lo grave es que tergiversemos los hechos en beneficio de terceros. La prensa como los gobiernos y las sociedades del mundo están cambiando y Colombia es el ejemplo de no querer hacerlo. Nuestros gobiernos son los mismos de hace 200 años con distintas caras pero el modelo se mantiene, y lo grave es que en medio de todo este magma de cambio la prensa en Colombia tampoco quiere cambiar por la sencilla razón que está al servicio de los gobiernos y el poder que hace rato la convirtió en una mercancía, la prensa es para ellos su más preciado tesoro. ¡Qué vergüenza! Es más, durante estos días los noticieros de televisión y la radio han tenido que cambiar rápidamente el libreto porque mientras ellos intentaban seguir mostrando sus "parapetos editados" la realidad era otra. A la prensa colombiana hay que hacerle un juicio de valores éticos en la que reconozca que no está al servicio de la verdad sino de los poderosos.igurada, morbosa y dictatorial del presidente venezolano, cuando la realidad era otra. Es más, durante estos días los noticieros de televisión y la radio han tenido que cambiar rápidamente el libreto porque mientras ellos intentaban seguir mostrando sus "parapetos editados" la realidad era otra. A la prensa colombiana hay que hacerle un juicio de valores éticos en la que reconozca que no está al servicio de la verdad sino de los poderosos.

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