La muerte de
Chávez y posterior reacción del mundo y del pueblo venezolano dejaron al
descubierto que ‘la gran prensa’ en Colombia le mintió a la opinión pública
durante estos 14 años al mostrarle e inyectarle, al mejor estilo del
funcionalismo clásico, unas noticias que tenían como apoyo o soporte imágenes y
expresiones editadas y maquilladas de tal forma que dejaran ver una imagen
desfigurada, morbosa, ridícula, populachera y dictatorial del presidente
venezolano.
Sin embargo, ahora después de su muerte la realidad
ha demostrado que la ‘gran prensa’ en Colombia iban por un lado y la realidad
por otro. Es más, nos pudimos dar cuenta que durante el mismo desarrollo de las
noticias en caliente los noticieros de televisión, se veían obligados a forzar
el libreto para no quedar mal frente a los televidentes por cuanto que la
realidad de los hechos era muy distinta a la que pretendían mostrar a través
de sus ‘parapetos editados’.
Lo que esperamos no es que los periodistas de ‘la
gran prensa’ informen solo lo positivo de Chávez, ni más bastara, sino que
asumieran al menos una posición honesta para con la opinión pública. Sabemos que
la verdad absoluta no existe, que los periodistas nos podemos equivocar, lo
grave es que tergiversemos los hechos en beneficio de terceros. La prensa como
los gobiernos y las sociedades del mundo están cambiando y Colombia es el
ejemplo de no querer hacerlo. Nuestros gobiernos son los mismos de hace 200
años con distintas caras pero el modelo se mantiene, y lo grave es que en medio
de todo este magma de cambio la prensa en Colombia tampoco quiere cambiar por
la sencilla razón que está al servicio de los gobiernos y el poder que hace
rato la convirtió en una mercancía, la prensa es para ellos su más preciado
tesoro. ¡Qué vergüenza! Es más, durante estos días
los noticieros de televisión y la radio han tenido que cambiar rápidamente el
libreto porque mientras ellos intentaban seguir mostrando sus "parapetos
editados" la realidad era otra. A la prensa colombiana hay que hacerle un
juicio de valores éticos en la que reconozca que no está al servicio de la
verdad sino de los poderosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario